Por tanto, un león del bosque los matará y un lobo de las tardes, uno de los que se encuentran en las grandes estepas y desiertos, los saqueará, un leopardo vigilará sus ciudades, acechando su presa cerca, el más fuerte, el la más voraz y la más rápida de las bestias de presa elegidas como tipos para representar el carácter formidable de los invasores babilónicos; Todo el que saliere de allí será despedazado, porque sus rebeliones son muchas, y sus rebeliones han aumentado, sus actos de rebelión contra Dios se han convertido en una gran multitud. Ésa es la característica que siempre hace que el pecado sea tan reprensible: siempre equivale a una rebelión contra Dios, el Padre de toda la humanidad.

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