Por tanto, un león de la selva los matará, y un lobo de las tardes los despojará, un leopardo vigilará sus ciudades; todo el que salga de allí será despedazado; porque sus rebeliones son muchas, y sus rebeldías se han multiplicado.

Un león ... un lobo ... un leopardo - el más fuerte, el más voraz, y el más rápido, respectivamente, de las bestias: ilustrando el carácter formidable de los babilonios.

De las tardes - otros, no tan bien, traducen, de los desiertos. El plural significa que sale todas las tardes a buscar su presa ("Más feroz que los lobos vespertinos;").

Un leopardo vigilará sus ciudades - ("Como un leopardo por el camino las observaré (es decir, vigilaré con intención hostil)"). Acechará sus ciudades.

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