¿Has escuchado el secreto de Dios, asistiendo a los concilios divinos y obteniendo su información de primera mano? ¿Y te reprimes la sabiduría para ti, reservándola, manteniéndola en secreto, como un confidente de Dios que se abstiene de divulgar sus consejos?

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad