Porque, ¿cuál es la esperanza del hipócrita, del impío, aunque haya ganado, cuando Dios le quita el alma, cuando Dios corta, cuando Dios saca su alma? El malhechor ya no tiene nada que esperar cuando Dios una vez corta el hilo de su vida y le quita el alma.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad