Bajé al fondo de las montañas, al fondo mismo del abismo del océano, donde las montañas tienen sus cimientos; la tierra con sus barrotes, los muros de la cuenca del mar, me rodeaba para siempre; Sin embargo, has sacado mi vida de la corrupción, del hoyo que amenazaba con ser su tumba, oh Señor, Dios mío.

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