Y había un hombre del monte Efraín que se llamaba Miqueas. El excelente significado del nombre de este hombre, "que es como Jehová", no cambia el hecho de que los males de la época estaban aumentando, que había comenzado la decadencia del sacerdocio, que había un predominio general de discordia e inmoralidad, por no hablar de idolatría en Israel.

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