Aquí comienza lo que podría llamarse un suplemento del libro de Jueces; que da cuenta de varias transacciones memorables, en o alrededor de la época de los jueces: cuya historia el autor no interrumpiría, mezclando estos asuntos con ella, sino que se reservó para relatarlos aparte por sí mismos, en los cinco capítulos siguientes. En estos primero da cuenta de cómo la idolatría entró en la tribu de Efraín; que hace en este capítulo: en segundo lugar, cómo llegó a ser introducido en la tribu de Dan, cap. 18. Y luego relata, en el cap. 19., un acto de lo más bárbaro y vergonzoso realizado por algunos benjamitas, y la destrucción total de esa tribu, excepto seiscientos hombres, por tolerarlo, cap. 20. Y por último, en el cap. 21., relata cómo se impidió la extinción de la tribu de Benjamín. Cuyo nombre era MicahCuando Miqueas vivió e hizo lo que se relata en este capítulo, podemos con cierta certeza deducir de Jueces 17:6 , que nos dice que no había rey en Israel en ese momento; es decir, ningún gobernador supremo, con poder para hacer que el pueblo cumpla con su deber; lo que los eruditos suponen entre la muerte de los ancianos que sobrevivieron a Josué y la primera opresión de Israel por parte de Cusán. En ese espacio de tiempo, es manifiesto, los israelitas primero cayeron de la adoración de Dios y se contaminaron con la idolatría, Jueces 2:13 y Jueces 3:7 . El comienzo del cual la deserción de Dios se describe brevemente en este capítulo.

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