Mis ojos fallan de lágrimas, agotados, agotados, de llanto, mis entrañas están turbadas, su corazón está profundamente afectado, mi hígado está derramado sobre la tierra, es decir, desde que el hígado era considerado el asiento de las pasiones, Todos mis sentimientos se disuelven con el dolor, por la destrucción de la hija de mi pueblo, porque los niños y los lactantes se desmayan en las calles de la ciudad, siendo el desmayo de estas inocentes víctimas de la calamidad el clímax mismo de su severidad.

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