No lo alterará, ni lo cambiará, un bien por un mal o un mal por un bien; porque el voto, una vez hecho, no podía ser recordado; y si en algún momento cambiara de bestia por bestia, entonces ésta y su intercambio serán santos, ambos consagrados al Señor, sujetos a Su disposición, los que no tienen defecto se usarán para sacrificios, los que no sean perfectos serán asignados al sacerdote. .

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