Con su fama creció el número de sus seguidores: y le siguieron grandes multitudes de Galilea, de Decápolis, de Jerusalén, de Judea y del otro lado del Jordán.

La extraordinaria impresión que creó este profeta de Nazaret no se limitó a Galilea. La gente venía de Decápolis, la parte sur de Gaulanitis, al sureste del lago Gennesaret, cuya población era predominantemente griega. No pensaban en el largo viaje desde el extremo sur, desde la altiva Judea, desde la exclusiva Jerusalén, desde la lejana Perea, más allá del Jordán desde Judea. Todos querían ver y escuchar al hombre cuyos milagros estaban asombrando a la nación.

Resumen. Jesús, habiendo resistido con éxito la tentación del diablo después de Su ayuno de cuarenta días, entró en Su ministerio galileo de enseñanza, predicación y sanidad, siendo Pedro, Andrés, Santiago y Juan Sus primeros discípulos.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad