Pues mientras, o aunque, se pliegan como espinas, se trenzan o se enredan, y mientras se emborrachan como borrachos, aunque se ahogan en su juerga, en su vino, de modo que pareciera que el fuego no podría alcanzarlos o afectarlos seriamente, serán devorados como rastrojos completamente secos. La comparación muestra el orgullo y la osadía que poseían los asirios, también en su idea de que eran invencibles.

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