El que confía en su propio corazón, guiado únicamente por las primeras impresiones e impulsos, sin un razonamiento cuidadoso y una ponderación de todos los hechos, es un necio, porque los sentimientos son un fundamento incierto de las acciones; pero el que camina sabiamente, teniendo en cuenta el camino sugerido por la sabiduría, será liberado de los movimientos necios y del daño resultante.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad