Nuestros padres no comprendieron tus maravillas en Egipto, no comprendieron el propósito del Señor ni la plenitud de su favor divino; no se acordaron de la multitud de tus misericordias, sino que lo provocaron, más bien, se mostraron rebeldes, en el mar, incluso en el mar Rojo, todos los milagros del Señor por su liberación habiendo sido olvidados en este corto espacio de tiempo.

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