Quita de mí el camino de la mentira, de la infidelidad, de la negación de la verdad, y concédeme tu Ley con gracia, pidiéndome el creyente solo como un don de misericordia de parte de Dios, ya que sabe que no es digno de nada. de ella. Es por la gracia de Dios que todavía tenemos Su Palabra, y debemos apreciarla en consecuencia.

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