Las líneas, la fortuna que Dios le asignó, me han caído en lugares agradables, en regiones alegres, donde es un placer y un deleite estar; sí, tengo una buena herencia, una herencia de gozo que le ha dado Jehová; todas las glorias de la bienaventuranza eterna en el cielo son suyas. Por esta bondad de Jehová surgen las alabanzas del Orador.

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