Entonces harán caer su propia lengua sobre sí mismos, serán hechos caer, su propia lengua los vence, el órgano de sus cuerpos con el que pretendían dañar a otros se convierte en el instrumento que trae el juicio para su propia ruina; todos los que los vean huirán, sus compañeros en el mal estarán aterrorizados y otros sacudirán la cabeza en un gesto que indica su desprecio burlón por los malvados.

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