Ponlos en temor, oh Señor, terror constante manteniéndolos en sujeción, para que las naciones sepan que no son más que hombres, hecho que debe apartarlos de toda forma y demostración de vanidad y arrogancia, siempre humildes ante los ojos de Jehová. . Selah. La oración de todos los creyentes afligidos es esta: que Dios haga que los enemigos se den cuenta de su insignificante fuerza y ​​les impida dañar a la Iglesia de Dios.

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