Entonces me dijo, sin esperar una pregunta por parte del profeta: Esta es la maldición que corre sobre la faz de toda la tierra, como está escrito en el rollo; porque todo el que roba será talado como de este lado según él, y todo el que jura será talado como del otro lado según él, es decir, los pecadores que rehúsan arrepentirse, que persisten en su maldad, debe cortarse y quitarse; la santidad de Dios no puede gobernar de otra manera.

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