Y cortaré el carro de Efralm y el caballo de Jerusalén, como medio por el cual los reinos de este mundo establecen y extienden su poder; y el arco de batalla será cortado, porque el Señor no edifica su reino con poder de armas, ya que su reino no es de este mundo; y hablará paz a las naciones, siendo esta la esencia de su mensaje evangélico; y su dominio será de mar hasta mar, y desde el río Éufrates, como el límite oriental extremo del mundo entonces conocido, hasta los confines de la tierra, es decir, el reino del Mesías se establecería en toda la tierra, sería un reino universal.

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