Comida diaria y su memoria

Éxodo 16:27

Dondequiera que se cierne la nube, cae el maná. Si somos fieles a la dirección de Dios y levantamos nuestras tiendas en obediencia a la nube que nos guía, podemos confiar en Él para que nos proporcione nuestro alimento diario. Vendrá "día a día". Cada hombre debe recolectar, no solo para sí mismo, sino para su propia casa. No estamos en contra de acumular hasta mañana, porque Dios, que ha proporcionado, se proporcionará. Y no debemos irrumpir en el día de descanso, o en el resto de nuestra alma, por inquietud perpetua y preocuparnos por nuestras necesidades físicas.

Dios, que abre su mano para suplir el hambre de todo ser viviente, no descuidará a sus hijos. Entrégate a la santa comunión; haga rodar sus ansiedades sobre él; toma lo que Él provee ahora y confía en Él para todos los días venideros. Se te dará tu pan, y más que eso. ¡Recuerda que dio codornices en el desierto y pescado a los cinco mil!

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