Comentario de Frederick Brotherton Meyer
Éxodo 30:22-38
el aceite de la unción y el incienso
El aceite de la unción era extremadamente rico y costoso. Mirra pura; canela dulce, importada probablemente de Sumatra o China; cálamo dulce, producto de la India o Mesopotamia; la casia, de Java, fueron los ingredientes principales. ¡Tal combinación debe haber producido una deliciosa fragancia! El uso de este aceite estaba restringido al servicio santo del Tabernáculo, y nos recuerda “la unción del Santo” - i.
e ., la unción por el Espíritu Santo. Ver Levítico 8:10 y 1 Juan 2:20 .
Cristo es el Ungido, y derrama el aceite del gozo sobre nuestras cabezas, mientras uno por uno nos entregamos a Su servicio. Ver Hechos 2:33 . El aceite no debía ser derramado sobre "carne de hombre". Debemos negar la carne, con sus afectos y concupiscencias, para que seamos llenos del Espíritu. ¡Calvario antes de Pentecostés!
El incienso también se preparó cuidadosamente, por lo que se nos enseña que las oraciones no deben pronunciarse precipitadamente ni a la ligera; pero con reverencia, deliberación y previsión.