Las señales de Dios para confirmar las palabras de Moisés

Éxodo 4:1

Este maravilloso capítulo nos cuenta cómo los tres recelos de Moisés fueron tratados con ternura y suficiente por su Amigo celestial. A su primer recelo, Dios respondió dándole tres señales. Aquí primero nos encontramos con esa vara que tan a menudo se extendía sobre la tierra de Egipto, sobre el mar y durante la estadía en el desierto. Moisés no era más que una vara, pero ¿qué no puede hacer una vara si la maneja una mano Todopoderosa?

La lepra era el tipo de pecado, y la mano limpia sugiere el maravilloso poder de Dios para limpiar y, por lo tanto, calificar para el servicio a todos los que se rinden a Él. La tercera señal del agua convertida en sangre no fue menos significativa, revelando el poder divino que opera a través de este débil instrumento humano para producir efectos maravillosos en el mundo de la naturaleza. No debemos vivir de señales, sino del Espíritu Santo, aunque la señal exterior nos tranquiliza y fortalece.

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