En este capítulo tenemos profecías sobre Babilonia, Duma y Arabia. Con respecto a Babilonia, el profeta ha visto la visión del torbellino barriendo contra ella, y es tan terrible que se llena de horror. Babilonia, totalmente inconsciente, se describe como entregada a la juerga. El profeta por orden de Jehová ha estado en la torre de vigilancia y ahora ha visto al enemigo venir contra Babilonia. Hace de ésta la ocasión de advertir a su propio pueblo.

Muy breve pero muy contundente es la carga de Dumah. El profeta ha escuchado una voz inquisitiva exigiendo la hora de la noche. Con palabras breves, responde, declarando que ve la mañana y la noche, e invitando a una mayor investigación.

La carga de Arabia consiste en una visión y una interpretación. La visión es de un pueblo fugitivo. La interpretación es del juicio que vendrá sobre los hijos de Cedar dentro de un año.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad