Una vez más encontramos una repetición de diversas leyes que tenían una relación directa con los eventos registrados, y la razón se declara explícitamente en las palabras: "Que no haya más ira sobre los hijos de Israel".

La afiliación repetida del hecho del nombramiento divino en cuanto a la posición al servicio de Aarón y los hijos de Leví es un asunto sugerente y cautivador. Observe frases como estas: "Te doy el sacerdocio como un servicio de ofrenda" (versículo Núm. 18: 7); "Te las he dado (todas las ofrendas mecidas) a ti, a tus hijos y a tus hijas con a ti, como porción para siempre ”(versículo Núm. 18:11); "Yo soy tu porción y tu heredad entre los hijos de Israel" (versículo Núm. 18:20); "He dado (el diezmo) a los levitas" (versículo Núm. 18:24).

Así quedó claro que el nombramiento para el sacerdocio y la posesión de sus privilegios y su peculiar relación con Dios, junto con la provisión para el sustento de todos los nombrados, eran por gobierno divino directo y de acuerdo con el propósito divino.

Finalmente fue provisto el del diezmo, que como la porción divinamente designada de los levitas, un diezmo debía ser ofrecido específicamente por ellos a Dios.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad