Y Jehová dijo a Aarón: Tú y tus hijos, y la casa de tu padre contigo, llevarán la iniquidad del santuario; y tú y tus hijos contigo llevarán la iniquidad de vuestro sacerdocio.

El Señor le dijo a Aarón. Aquí se da seguridad al pueblo de los temores expresados, (Números 17:12 ), al recaer sobre el sacerdocio la responsabilidad de atender todas las cosas sagradas, junto con las penas incurridas por negligencia; y así las solemnes responsabilidades anexas a su alta dignidad, de tener que responder no sólo por sus propios pecados, sino también por los del pueblo, estaban calculadas en gran medida para eliminar todo sentimiento de envidia por la elevación de la familia de Aarón, cuando el honor se pesaba en la balanza con sus cargas y peligros.

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