“En todas vuestras moradas las ciudades serán asoladas, y los lugares altos serán asolados, y vuestros altares serán asolados y desolados, y vuestros ídolos serán quebrantados y cesarán, y vuestros altares de incienso serán talados, y tus obras serán borradas, y caerán muertos en medio de ti, y sabrás que yo soy Jehová. "

La razón de la destrucción de Jerusalén y Judá ahora está al descubierto. Fue para destruir los lugares altos, los altares, los ídolos y los altares de incienso, y el comportamiento que resultó de ellos. No había otra forma. Durante más de cuatrocientos años se habían aferrado a ellos y se habían negado a renunciar a ellos. Ahora, las mismas cosas por las que habían dado su corazón los destruirían. Porque esto requeriría la destrucción de sus ciudades y la muerte de muchos de sus habitantes.

Con todo esto se enfrentarían al hecho del Dios vivo, de Yahvé. Y sabrían lo que Él realmente es, un odiador de la idolatría y el mal que surge de ella.

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