"Y se apartó de ellos y lloró, y volvió a ellos y les habló, tomó a Simeón de entre ellos y lo ató delante de sus ojos".

José escucha lo que están diciendo y se le llenan los ojos de lágrimas. No se nos dice específicamente si sale antes de volver a hablar con ellos a través del intérprete. Entonces actúa con prontitud. Simeon es puesto bajo custodia ('atado') y se les obliga a mirar. Si 'atado' incluye estar atado con cuerdas, no lo sabemos, aunque como José quería causar la mayor impresión posible, es muy posible.

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