Se apartó de ellos y lloró: Si la conducta de los hermanos de José nos presenta una prueba contundente del poder de la conciencia, José mismo nos ofrece como una prueba contundente del poder de la naturaleza: afectados por su confusión y angustia, todos los la ternura del hermano llenó su corazón y le hizo brotar lágrimas de los ojos. Por muy severo que les pareciera en su comportamiento exterior, su alma y sus afectos estaban llenos de bondad hacia ellos. Su apariencia, su semblante, su voz, su vestido, eran los de un extraño; pero su corazón era el de un hermano.

Tomó a Simeón y lo ató . Los rabinos y Filón afirman que José decidió retener a Simeón en lugar de a cualquier otro, porque lo arrojó al pozo. La tradición no es improbable; es cierto que Rubén deseaba salvar a José, y Judá se inclinaba a favorecerlo; de modo que si Simeón se hubiera unido a ellos, su autoridad podría haber prevalecido para librarlo.

A esto podemos añadir que Simeón era un hombre violento, como prueba el asunto de los sechemitas ; y que José pensó que era mejor detenerlo, ya que afligiría menos a su padre y evitaría cualquier obstáculo a su deseo de abrazar a su hermano Benjamín. Habiendo obtenido la información que quería sobre su padre y Benjamín, ahora apresura su partida.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad