"Pero YHWH envió un gran viento sobre el mar, y hubo una fuerte tempestad en el mar, de modo que era probable que el barco se rompiera".

Pero YHWH no iba a dejar ir a Jonás tan fácilmente. Jonás era Su siervo y nunca rechazó a Sus siervos por muy mal que se portaran. Estaba tan interesado en mostrar misericordia a Jonás como a los marineros y a Nínive. Así que envió un gran viento sobre el mar y provocó una gran tempestad en el mar, de modo que era probable que el barco se partiera en pedazos. No suena como un acto de amor, pero lo fue. Cuán a menudo también derriba nuestros cimientos para que aprendamos a caminar en Sus caminos y a confiar en Él y obedecerle.

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