Nuestra piel está revuelta (o 'negra') como un horno,

Por el calor abrasador del hambre.

Las condiciones de hambre en las que vivían habían afectado a sus cuerpos. Su piel resplandecía como las cenizas revueltas de un horno de panadería, provocadas por el calor febril del hambre. (Para el significado de 'revuelto' en lugar de 'negro', ver Génesis 43:30 ; 1 Reyes 3:26 ; Oseas 11:8 )

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