"Y el sacerdote, que será ungido y consagrado para ser sacerdote en lugar de su padre, hará la expiación, y vestirá las vestiduras de lino, las vestiduras sagradas",

La responsabilidad del mantenimiento de este ritual recaía en cada descendiente del Sumo Sacerdote que asumía su cargo. El que fue ungido y consagrado en lugar de su padre sería el que tendría que hacer la expiación y se le permitiría ponerse las vestiduras especialmente santas, las vestiduras de lino. Pero a veces se requería un diputado, por posible enfermedad o dolencia, o porque de alguna manera el Sumo Sacerdote se volvía inmundo de tal manera que no había tiempo para que se limpiara. Porque las leyes de la inmundicia se aplicaban a él tanto como a todos. En la época de Jesús, se tomaron precauciones detalladas para evitar que esto sucediera.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad