"Y tenía una hermana llamada María, que también se sentó a los pies del Señor y oyó su palabra".

Pero mientras Marta estaba ocupada preparando la comida, queriendo darle al Señor lo mejor que podía, María, su hermana, se sentó a 'los pies del Señor' y escuchó Su enseñanza. Ella no solo lo recibió, sino que también 'escuchó su palabra'. Note el uso de 'Señor' en lo que parece un contexto tan hogareño. Ella estaba sentada allí porque Él era su Señor, no porque Él fuera su amigo (aunque Él era ambos). Representaba una sumisión total. Muchos maestros judíos no enseñarían la Ley a las mujeres, pero Jesús no conocía tal restricción.

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