"Y siguió su camino por ciudades y aldeas, enseñando y viajando a Jerusalén".

Habiendo establecido el principio, Jesús salió a ponerlo en práctica. Pasó por sus ciudades y pueblos predicando, y esta predicación necesariamente incluiría la predicación de la Regla Real de Dios. De hecho, en cierto sentido, de eso se trataba toda Su predicación, la Regla Real de Dios en sus muchas formas. Y mientras lo hacía, se dirigió a Jerusalén. Porque era lo que Él lograría en Jerusalén lo que causaría el triunfo del Reino Real de Dios.

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