'De ti viene mi alabanza en la gran asamblea, cumpliré mis votos delante de los que le temen'.

De hecho, es de Él, como resultado de Su obra, que Jesús puede alabarlo entre Su pueblo. Porque Jesús se ha ofrecido a sí mismo como una ofrenda voluntaria aceptable ( Hebreos 10:1 ) para que pueda dispensar su bendición sobre los que le temen, y ahora actuará a favor de ellos. Así cumplirá las promesas que le hizo a Dios a los ojos de todos los que le temen.

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