La maldición de la higuera. Aunque es difícil creer que Jesús pasó solo una semana llena de gente en Jerusalén, Mc. aquí se vuelve confiadamente preciso en cronología, y cuenta la historia de la higuera, distinguiendo las etapas en ella, como si estuviera siguiendo recuerdos exactos. La primera noche, Jesús inspeccionó el templo, no como si nunca lo hubiera visto antes, sino para determinar su curso de acción.

Después de mirar a su alrededor, se retiró a Betania. Al día siguiente ocurrió el incidente de la higuera, una historia difícil, ausente de Lc. Uno se siente tentado a suponer que la parábola de la higuera estéril ( Lucas 13:6 *) se ha transformado en incidente o, como sugiere HNT, que la historia creció alrededor de algún árbol muerto visible en las cercanías de Jerusalén. . Como Mk. lo relata, no se lee ni siquiera como una parábola actuada, simbólica del juicio sobre la inutilidad del judaísmo.

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