EL CURSO DE LA NATURALEZA

Nota de Dean Plumptre sobre Santiago 3:6 Estas palabras no tienen paralelo en ningún autor griego. Literalmente, podríamos traducir, "la rueda de la naturaleza, o del nacimiento", como en el cap. Santiago 1:23 tenemos “el rostro de la naturaleza”, por el “rostro natural”, aquello con lo que nacemos.

La mejor interpretación es la que ve en la frase una figura para “toda la vida desde el nacimiento”, la rueda que luego comienza a rodar en su curso y continúa rodando hasta la muerte. La comparación de la vida con una raza, o un curso de algún tipo, ha sido familiar para la poesía de todas las edades; y en un poeta latino, Silius ltalicus (vi. 120), tenemos una frase casi idéntica a la de Santiago:

"Entonces, por la ley de Dios, a través del azar y el cambio,
la rueda de la vida rueda por el empinado descenso".

Como explicación alternativa, es posible que haya una referencia al torno del alfarero ( Jeremias 18:3 ; Sir. 38:29, donde se usa la palabra “rueda”). Según este punto de vista, la lengua se representaría como la llama que, por su calor sin templar, estropea la vasija en manos del alfarero. Los frecuentes paralelismos entre St.

Santiago y la sabiduría del hijo de Eclesiástico están, hasta donde llegan, a favor de este punto de vista. Un tercer punto de vista, que las palabras tienen el mismo tipo de significado que orbis terrarum , y significan, como en la versión inglesa, todo el orden o curso de la naturaleza, es decir , de la historia humana en el mundo en general, se cree que tiene menos para recomendarlo.

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