Juan 20:30

I. Aquí hemos establecido lo incompleto de la Escritura. Las naciones y los hombres aparecen abruptamente en sus páginas, rasgando el telón del olvido y caminando hacia el frente del escenario por un momento; y luego desaparecen, tragados de noche. No le importa contar las historias de ninguno de sus héroes, excepto mientras sean los órganos de ese soplo divino que, al respirar a través de la caña más débil, hace música.

La autorrevelación de Dios, no los actos y las fortunas de sus siervos más nobles, es el tema del Libro. Es único en la historia del mundo, único en lo que dice y no menos único en lo que no dice.

II. Notice the more immediate purpose which explains all these gaps and inconsistencies. John's Gospel, and the other three Gospels, and the whole Bible, New Testament and Old, have this for their purpose, to produce in men's hearts the faith in Jesus as the Christ and as the Son of God. Christ, the Son of God, is the centre of Scripture; and the Book whatever may be the historical facts about its origin, its authorship and the date of the several portions of which it is composed the Book is a unity, because there is driven right through it, like a core of gold, either in the way of prophecy and onward-looking anticipation, or in the way of history and grateful retrospect, the reference to the one "Name that is above every Name," the Name of the Christ the Son of God.

III. Note el propósito último del todo. La Escritura no nos es dada simplemente para hacernos saber algo acerca de Dios en Cristo, ni solo para que tengamos fe en el Cristo así revelado a nosotros; pero para un fin posterior, grande, glorioso, pero no distante, es decir, que tengamos vida en Su Nombre. La vida es profunda, mística, inexplicable con cualquier otra palabra que no sea ella misma. Incluye perdón, santidad, bienestar, inmortalidad, cielo; pero es más que todos ellos.

La unión con Cristo en Su condición de hijo, traerá vida a los corazones muertos. Él es el verdadero Prometeo que ha venido del cielo con fuego, el fuego de la vida divina en la caña de su humanidad, y nos lo imparte a todos si queremos. Él se pone sobre nosotros, como el profeta se puso sobre el niño en el aposento alto; y labio con labio, y corazón palpitante contra corazón muerto, toca nuestra muerte, y se aviva a la vida.

A. Maclaren, Cristo en el corazón, pág. 131.

Referencias: Juan 20:30 ; Juan 20:31 . Spurgeon, Sermons, vol. xxvii., núm. 1631; G. Brooks, Quinientos contornos, pág. 78; FD Maurice, Evangelio de San Juan, pág. 443; J. Wordsworth, Púlpito de la Iglesia de Inglaterra, vol. iii., pág. 233; Homilista, tercera serie, vol. iv., pág. 233.

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