Lucas 14:16

La gran cena.

Nota:

I. La fiesta. Este es el Evangelio que Dios ha provisto para la humanidad, los pecadores. Es una fiesta (1) con respecto a la excelencia de la provisión que nos presenta; (2) con respecto a la abundancia, porque el suministro es inagotable; (3) con respecto a la beca; (4) con respecto a la alegría.

II. Los invitados. Hemos recibido la invitación. No se trata, por tanto, de una mera cuestión de interés anticuario o de una curiosa importancia exegética. Se trata de nuestro propio bienestar espiritual e inmortal; porque, aunque la invitación se da por medio de un siervo, el predicador, proviene del gran Dios mismo, y por eso no debe ser despreciado ni despreciado.

III. Fíjense en la acogida que dieron los primeros invitados a la llamada que les había sido dirigida: "Todos a un mismo consentimiento empezaron a disculparse". Todas estas excusas fueron pretextos. Quizás se engañaron a sí mismos creyendo que estaban actuando de buena fe; pero si hubieran profundizado más en sus corazones, habrían descubierto que se estaban engañando a sí mismos y poniendo como excusas cosas que, si hubieran estado seriamente decididos a ir a la fiesta, no los habrían retenido ni por un momento.

IV. Aquellos que se nieguen persistentemente a asistir a la fiesta serán excluidos para siempre de su disfrute. Los que rechazan a Cristo son ellos mismos eternamente rechazados por Cristo.

V. Finalmente, esta parábola nos revela el hecho de que, a pesar del rechazo de esta invitación por las multitudes, la casa de Dios por fin se llenará. El cielo estará completamente ocupado con el pueblo redimido de Dios, y los salvos no serán pocos.

WM Taylor, Las parábolas de nuestro Salvador, pág. 290.

Referencias: Lucas 14:16 . Homiletic Quarterly, vol. I., Pág. 201; Ibíd., Vol. ix., pág. 270; Revista del clérigo, vol. ii., pág. 341; H. Calderwood, Las parábolas, pág. 98; AB Bruce, La enseñanza parabólica de Cristo, p. 325.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad