Lucas 5:1

Pescadores de hombres.

I. Este pasaje nos recuerda que el discipulado viene antes que el apostolado. Pedro había sido, al menos durante algunos meses, un aprendiz dócil en la escuela de Cristo antes de ser llamado aquí para abandonarlo todo y seguirlo como un apóstol. Aquellos que quieran enseñar a otros acerca del Señor primero deben conocerlo ellos mismos.

II. Que el conocimiento de uno mismo, obtenido a través del descubrimiento de Cristo, es uno de los principales elementos de poder en la búsqueda de beneficiar a los demás. No es poco sorprendente que cuando Dios ha llamado a algunos de sus más grandes siervos para señalar el servicio, haya comenzado dándoles una completa revelación de sí mismos, al desvelarles de sí mismo. Por lo tanto, cuando se apareció a Moisés en la zarza, el primer efecto fue que Moisés tembló y no se atrevió a mirar, y el resultado final fue que clamó: "Oh mi Señor, no soy elocuente".

... pero soy tardo en el habla y en la lengua lenta. "Pedro reconoció la deidad de Jesús a través del milagro; pero la luz de esa Deidad, al mismo tiempo, brilló en su propio corazón y lo reveló a sí mismo. como nunca antes se le había revelado. Luego vino el "No temas" del Maestro, con su influencia tranquilizadora, y así, a través de su descubrimiento de sí mismo y su conocimiento de su Señor, fue preparado para su servicio apostólico.

III. Que la obra del ministerio cristiano exige la concentración de todo el hombre en ella. Estos primeros apóstoles "lo abandonaron todo y siguieron a Cristo". Esta fue su respuesta al llamado del Señor al servicio activo y oficial. Su ordenación llegó más tarde, pero su aceptación del llamado fue ahora, y fue señalizada por su retirada de sus actividades ordinarias.

IV. Que la vida superior del ministerio se eleva sobre sí misma y utiliza todas las experiencias de la vida inferior que la precedió. "Síganme, y los haré pescadores de hombres". Esta frase nos dice (1) que si queremos atrapar hombres debemos usar el tipo correcto de red; (2) que debemos seguir a los hombres a sus lugares favoritos si queremos ganarlos para Cristo; (3) que debemos mejorar las temporadas especiales de oportunidad.

WM Taylor, Peter the Apostle, pág. 36.

Referencias: Lucas 5:1 AB Bruce, The Training of the Twelve, pág. 11; W. Hanna, La vida de nuestro Señor en la Tierra, pág. 154; W. Scott, Christian World Pulpit, vol. x., pág. 88; Preacher's Monthly, vol. ii., pág. 33; vol. v., pág. 193; Revista del clérigo, vol. ii., pág. 350; Homiletic Quarterly, vol.

i., pág. 342. Lucas 5:4 . Spurgeon, Mañana a mañana, pág. 287; Ibíd., Sermones, vol. viii., nº 443; JM Neale, Sermones en Sackville College, vol. ii., pág. 51: Talmage, Old Wells Dug Out, pág. 323. Lucas 5:4 . S. Leathes, Truth and Life, pág.

147; Revista del clérigo, vol. iv., pág. 225; Homiletic Quarterly, vol. iii., pág. 422. Lucas 5:4 . Ibíd., Vol. ii., pág. 560.

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