Salmo 24:3

I. Los hombres que se acercan a un Dios santo deben ser santos. La razón y el sentido común proclaman: "Me gusta atrae a gustar". La forma más elevada de adoración es siempre la imitación. "Sed, pues, seguidores de Dios, como hijos amados", es el significado más íntimo de toda religión; y así como la imitación es la adoración más verdadera, así también algunos parientes espirituales y morales son una necesidad absoluta para todos los hombres que se acercan a su Dios.

II. Los hombres puros reciben la pureza como un regalo de Dios. Dios dará justicia. Eso significa aquí pureza exterior e interior, o en efecto, la suma de las calificaciones en las que ya se insistió. Dios exige pureza absoluta y da una justicia perfecta.

III. Los hombres que reciben justicia son los hombres que la buscan de Dios. "Ésta es la generación de los que le buscan, de los que buscan tu rostro", y, como deberían decirse las últimas palabras, "Este es Jacob, el verdadero Israel". Desear es tener; buscar es poseer; desear es enriquecerse con toda esta pureza.

A. Maclaren, Christian Commonwealth, 11 de diciembre de 1884.

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