Salmo 24:4

Nuestras manos son los instrumentos mediante los cuales logramos cualquier cosa y nos hacemos útiles, y por lo tanto, tener "manos limpias" significa hacer cosas buenas y honestas. Les hablaré de varios tipos de manos.

I. Manos deshonestas. Hay muchas razones por las que los cristianos de todos los rangos de la vida deben responder con devoción cuando se lee el octavo mandamiento en la iglesia: "Señor, ten misericordia de nosotros e inclina nuestro corazón a guardar esta ley".

II. Manos entrometidas y traviesas. El hábito que tienen muchos niños y adultos de tocar todo lo curioso que ven, a veces va seguido de graves consecuencias.

III. Manos crueles. No se podía empezar a contar los nidos de pájaros que manos crueles destruyen ni los actos bárbaros cometidos por ellos en un solo día. Molestar o torturar a los animales tontos, que no pueden hacer nada para defenderse, es siempre el signo de un cobarde.

IV. Manos asesinas. "El asesinato saldrá", es un viejo proverbio, y generalmente demuestra ser cierto.

V. Manos hermosas y útiles. A menudo deberíamos pensar en una de las instrucciones que Dios mismo nos dio: "Lávate, límpiate". Es el Espíritu Santo el único que puede hacer esto por nosotros. El tipo más alto de fuerza es la fuerza para hacer el bien, y esta fuerza debe provenir de Dios. Cuanto más a menudo y más fervientemente se lo pidamos, más fuertes seremos.

JN Norton, The King's Ferry Boat, pág. 41.

Referencias: Salmo 24:4 . Spurgeon, Evening by Evening, pág. 187. Salmo 24:6 . Expositor, tercera serie, vol. v., pág. 310. Salmo 24:7 . A. Watson, Sermones para domingos, festivales y ayunos, segunda serie, vol. ii., pág. 255.

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