EL BAUTISMO DE BONDAD

'El bautismo de Juan, ¿de dónde fue? del cielo o de los hombres?

Mateo 21:25

San Juan Bautista no solo fue un personaje individual sorprendente, sino un tipo.

I. El carácter ascético — Él era un tipo de esa banda de espíritus finos cuyas vidas se extienden a lo largo de las edades en una cadena de testimonio de la gloria de la renuncia. El carácter ascético tiene siempre sus dos aspectos; a veces uno es prominente, a veces el otro; a veces están unidos como en la vida del Bautista, el precursor de Cristo. Existe ( a ) la belleza de la sencillez y ( b ) la severa denuncia del mal.

II. Pregunta y respuesta — Vuélvase, entonces, a las palabras que ponen en tela de juicio su misión: «El bautismo de Juan, ¿de dónde fue? del cielo o de los hombres? Esta era la mejor pregunta para aquellos que habían venido a enredar al Señor. ¿Realmente querían saber la verdad? Si es así, podrían responder verdaderamente sobre lo que habían visto y conocido. Juan fue testigo de la verdad y la religión; murió por su audaz defensa de esa vida familiar pura que los judíos apreciaban más. Y ahora vino el Gran Profeta a quien había predicho, y les hizo la pregunta simple y directa. Respondieron a Jesús y dijeron: "No sabemos".

¡Qué lástima! No sabemos. Un hombre ha predicado la sana doctrina y ha vivido una vida santa, ha hablado constantemente la verdad, ha reprendido con valentía el vicio y, finalmente, ha sufrido pacientemente por causa de la verdad: ¿fue su obra la obra de Dios o no? ¿Fue su bautismo del cielo o de los hombres? No lo sabemos. Hay algunas cosas que el no saber condena a un hombre de inmediato; son las cosas de las que toda conciencia da testimonio, que pertenecen al Reino de Dios.

III. El bautismo de bondad . Año tras año, la Iglesia nos presenta dos veces como ejemplo a San Juan Bautista. Era un hombre que conocía su propia mente, no sólo en asuntos mundanos, sino en esas grandes cuestiones del bien y del mal que tenemos ante nosotros, y que parecerá, dependerá de ello, cuando estemos en nuestro lecho de muerte, el solo preguntas con las que hemos tenido que lidiar en nuestras vidas. Y esa pregunta de nuestro Señor significa esto: que todos los días debes estar listo para responder por tu alma.

No puede pasar por alto las grandes preguntas como si estuviera demasiado ocupado, o demasiado mayor, o demasiado joven, o demasiado insignificante para ello. Debemos saber que el bautismo de bondad es de Dios; debemos aceptarlo y vivir con la fuerza y ​​el propósito que nos da.

—El reverendo WH Hutton.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad