Te ruego que preguntes por la palabra del Señor hoy.

Apelar a los profetas en tiempos de crisis

Se ha señalado que en los asuntos nacionales de la antigua Grecia, cuando todas las teorías que se llaman prácticas se derrumban, son los filósofos sospechados y despreciados los que adquieren una extraña importancia pública. Si se va a enviar una embajada importante a una nación hostil, es a Jenócrates a quien se la confían, aunque el hombre nunca fue visto en la asamblea. Si Antígono quiere un oficial seguro para sostener el Accorrinthus, elige a Perseo el estoico.

Cuando Alejandro, desesperado por el asesinato de Clito, se sienta en polvo y cenizas, y no quiere comer ni beber, envían a dos filósofos para que entren en razón. Los hombres cuyas vidas están dedicadas al pensamiento son ahora considerados pacificadores y políticos por encima del nivel ordinario.

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