Tu petición que le has pedido.

Objetos específicos en la oración

Para que la oración tenga algún valor, debe haber objetivos definidos por los que abogar. A menudo divagamos en nuestras oraciones, charlamos sobre muchos temas, pero el alma no se concentra en ningún objeto. ¡Imagínese a un arquero disparando con su arco y sin saber dónde está la marca! ¿Es probable que tenga éxito? ¡Concebir un barco, en un viaje de descubrimiento, hacerse a la mar sin que el capitán tenga idea de lo que buscaba! ¿Esperaría que regresara cargado de los descubrimientos de la ciencia o de los tesoros de oro? En todo lo demás tienes un plan. No vas a trabajar sin saber que hay algo que has diseñado para hacer. ¿Cómo es que vas a Dios sin saber qué bendición te proponías tener? ( CH Spurgeon. )

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