Y se levantaron muy de mañana y adoraron delante del Señor.

Oración de la madrugada

La fragancia de la oración de la mañana permanece con nosotros durante todo el día. Un hombre no puede liberarse del beso de despedida de su esposa y su pequeño durante su día de trabajo. Lo instan a que haga su mejor esfuerzo. En el momento de peligro, lo acechan como un ángel de la guarda. De la misma manera, la protección fragante del beso matutino de Dios sobre el alma perdura y la fortalece para sus deberes, aunque nunca sean tan variados y exigentes. Su bendición descansa sobre nosotros desde nuestra oración matutina, y acelera nuestros pasos hacia el hogar cuando termina el día, porque tenemos hambre de Su presencia más inmediata nuevamente.

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