El Señor entrará en juicio

Dios, el amigo de los pobres

Quien abandona el santuario, los pobres nunca deben irse; quien cierre la Biblia, el pobre debe dejarla bien abierta; siempre debe tener una Biblia que se abra con facilidad, no con rigidez, porque está bien manejada y es la defensa continua de los hombres que no pueden defenderse.

( J. Parker, DD )

La reprensión solemne de Isaías

Al regresar a la ciudad, entra y sale silenciosamente de los patios de juerga y banquete que se abren a las calles estrechas, observando a los jueces y a los hombres honorables y ricos, que acababan de llegar de su culto ceremonial en el templo, para comer, beber, hablar lascivamente y divertirse con adivinos y nigromantes, y las mujeres altivas, de cuellos estirados y ojos lascivos, y vestidos alegres y suntuosos, pagados con el dinero extraído del empobrecido arrendamiento de sus esposas. Mientras observa y medita, el fuego dentro de sus huesos se enciende, y mientras pasa a la oscuridad les recuerda: "¡El despojo de los pobres está en sus casas!" ( F. Sesiones. )

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