Dios es más grande que el hombre.

¿Por qué luchas con él?

Las contiendas del hombre con Dios

El misterioso lugar de encuentro de las voluntades divina y humana. Desconocido por nosotros e indescifrable. Ambos testamentos son operativos y sólo pueden conciliarse mediante la aquiescencia filial. El hombre tiene dos prerrogativas para elegir y para quejarse. Nuestras quejas reprendieron.

I. La naturaleza de las contiendas del hombre con Dios.

1. El hombre se queja de su suerte. Lo inevitable tomado estoicamente. Lo inevitable pateó en contra. Los israelitas murmuraron en el desierto. Un ladrón en cada lote.

2. Los hombres luchan contra los mandamientos de Dios. Dios habla no solo por circunstancias, sino por Su Palabra. Sin embargo, los hombres se quejan. Otra ley dentro de ellos. Los mandamientos no se adaptan a la vida humana. Religión demasiado teórica. No apto para hombre probado y tentado. En los negocios, el escaparate miente cuando el hombre admira la verdad. Un tono moral bajo inducido en la sociedad. Formas resbaladizas de moda. La ley de Dios se inclinó cortésmente fuera de la casa y del mundo, y algunas veces de la Iglesia.

3. Los hombres compiten con las promesas de Dios. Demasiado bueno para ser verdad. Miedo de apropiarse de ellos. Los hombres no se atreven a creer.

II. La locura de resistir a Dios y la consiguiente sabiduría de ceder a él.

1. Tales esfuerzos no promueven nuestros mejores intereses espirituales. No nos hacen felices. El traste y el humo dificultan el crecimiento. Tranquilidad necesaria. El árbol golpea la raíz donde está.

2. Tales contiendas impugnan la sabiduría de Dios. La religión es práctica. Dios hizo al hombre. Él sabe lo que hay en el hombre. Su Hijo se hizo hombre. Los hombres religiosos han sido hombres prácticos.

3. El éxito de tales contiendas sería fatal para nosotros. Tal lucha no está dirigida contra el poder de Dios. Podría aplastarnos. Tenemos libertad de acción moral; sino profecía y revelación para advertirnos. Nuestro gozo y deber de caer en manos de Dios. "En todos tus caminos", etc. "Confía en el Señor con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento". Dios es más grande que el hombre. En sabiduría, bondad y amor. Esta grandeza se comunica a quienes confían en él. ( Samuel Pearson, MA )

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad