Los pensamientos de los diligentes tienden solo a la abundancia.

Diligencia

La diligencia, si bien se opone a la pereza, se opone también a la temeridad, a la prisa prematura y desconsiderada. El hombre diligente primero planea y luego actúa. Procede pensativa y sistemáticamente. La diligencia puede tener poco efecto, a menos que esté acompañada de una cuidadosa previsión. La diligencia significa perseverancia constante en la ejecución. Los proyectos del hombre atento, laborioso, perseverante, que comienza en serio y continúa hasta el final en serio, preparado para las dificultades, son los que prometen producir, y generalmente producen, un resultado favorable. ( R. Wardlaw, DD )

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