Ahora pues, ven, te ruego que te dé un consejo para que puedas salvar tu propia vida y la vida de tu hijo Salomón.

Ver. 12. Para que puedas salvar tu propia vida, y la vida de tu hijo Salomón. ] Que el usurpador seguramente quitará si lleva la corona; no permitir que tal roce se interponga en el camino, que pueda obstaculizar el verdadero funcionamiento de su cuenco.

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