Y el sacerdote Sadoc y el profeta Natán lo ungieron rey en Gihón; y de allí subieron gozosos, y la ciudad volvió a sonar. Este [es] el ruido que habéis oído.

Ver. 45. Este es el ruido que habéis oído. ] Un gesto de dolor para los que habían festejado y se habían jactado de una jocunda seguridad y promesa de éxito. "Un sonido espantoso es en sus oídos: en la prosperidad el destructor viene sobre ellos. La angustia y la angustia los atemorizan, mientras prevalecen contra ellos como un rey listo para la batalla". Job 15:21 ; Trabajo 15:24

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad